Me has dado un corazón
con capacidad de amar,
que no se conforma
con quedarse a medias.
Un corazón que genera
vida en mí y se proyecta.
Un corazón capaz de latir
siempre al ritmo del tuyo,
como esa fuerza constante
que mueve las olas del mar.
Un corazón que es mío
pero que forma parte de ti.