La luz de tu lámpara”
Ilumina mi mente ofuscada,
para ser capaz de ver
mi realidad sin engaños,
y sentir la necesidad
de ser yo mismo,
sin dejarme contagiar
por las corrientes de la nada.
Ser capaz de trabajar, Señor,
mi ilusión por la vida,
la que tú me has dado,
para prolongarla
en los horizontes de tu fiesta
iluminada con la luz de tu lámpara
que ya no se apaga.