“Estás ahí”
Qué difícil es encontrarme conmigo
cuando no me encuentro contigo.
Qué complicado es ser trasparente
si me empeño en cerrarme en mí.
Qué triste no poder ser yo mismo
si se me obliga a ser como todos;
y qué hermoso es, Señor,
poder entrar en el templo de mi interior
para regar mis semillas de bien,
y sentir que pueden florecer en mí
los gestos trasparentes de la vida,
sencillamente, porque tú estás ahí.