“Eternamente”
Tú eres el gran signo,
el gran milagro
de un Dios empeñado
en amar incansablemente,
eternamente,
mientras nosotros lo limitamos.
Eres el signo de una realidad
que nos invitas a abrazar
y a convertir en vida,
mientras nos desvanecemos
en las torpezas de nuestro yo
corto de miras y cerrado,
que nos daña y nos rompe.
Eres el signo que me invitas a mirar
para alzar la vista y abrazar
todas mis ansias de paz.