“Te has inclinado”
Te has inclinado
al suelo de mi vida,
y tu dedo ha escrito
una palabra de amor
que me sabe a perdón
y que me abre a la vida.
Te has inclinado,
y tu aliento cálido
ha sido un susurro
de tu compasión
que me alza y mi dignifica,
me despierta, y me pone
en camino de salvación.