“No das rodeos”
Tú no das rodeos
ante mis heridas, Señor,
ni huyes al verme roto;
ni siquiera cuando
mi frágil fe se apaga y
mis horizontes se cierran.
Te acercas con el respeto
y la delicadeza de quien ama,
y pones tu mano sobre mí,
serenas mi corazón
y lo sanas.
“Mi descanso” Voy de aquí para allá, absorbido por mil tareas que a veces me rompen, porque no me dejan parar. He […]
“Dentro de mí” ¡Ay de mí!, si me aparto de ti. ¡Ay de mí! si te cierro mis puertas y sólo espero […]
“Trabajar contigo” Quieres contar conmigo para construir la historia. Quieres que sean mis manos. mi mente y mi corazón quienes despierten sueños […]
La luz de tu lámpara” Ilumina mi mente ofuscada, para ser capaz de ver mi realidad sin engaños, y sentir la necesidad […]
